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«Formas de Reducir los Triglicéridos Altos»
Los triglicéridos son el tipo de grasa más común en el cuerpo. Los alimentos que se consumen, ya sean de origen animal o vegetal, pueden afectar a los niveles de triglicéridos en la sangre.
Hay muchos tipos diferentes de grasa, desde las grasas poliinsaturadas del aceite de oliva hasta las grasas saturadas de la carne roja. Todas ellas contribuyen a los niveles de triglicéridos en el cuerpo, pero lo hacen de diferentes maneras.
Cuando una persona ingiere más calorías de las que necesita su cuerpo, éste almacena estas calorías extra en forma de grasas triglicéridos. Cuando el cuerpo necesita más energía posteriormente, consume estas grasas.
Los triglicéridos son importantes para la salud, pero unos niveles elevados aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas, que son la principal causa de muerte en Estados Unidos.
Bajar los niveles de triglicéridos y reducir otros factores de riesgo puede disminuir la probabilidad de que una persona desarrolle una enfermedad cardíaca.
Hay muchas formas de reducir los niveles de triglicéridos de forma segura. El mejor método puede depender de la causa de los niveles altos de triglicéridos.
1. Calorías: Reduzca la Ingesta.
Las ensaladas y otros platos que contienen verduras suelen tener menos calorías y más fibra, lo que puede ayudar a reducir los niveles de triglicéridos.
Consumir regularmente más calorías de las que el cuerpo puede quemar dará lugar a un número excesivo de triglicéridos en el organismo.
Una forma de reducir los niveles de triglicéridos en la sangre es consumir menos calorías cada día.
Según la Asociación Americana del Corazón (AHA), una pérdida de peso de entre el 5 y el 10 % puede reducir los niveles de triglicéridos en un 20 %.
Existe una correlación directa entre la magnitud de la pérdida de peso y la disminución de los triglicéridos.
2. Grasas: Elija las Adecuadas.
El cuerpo necesita grasas para funcionar correctamente, pero algunas grasas son más saludables que otras. Elegir grasas saludables puede ayudar a reducir los niveles de triglicéridos.
Las grasas sólidas proceden de la carne, los productos lácteos enteros y algunos aceites tropicales, como el de coco y el de palma. Estos alimentos contienen grasas trans y grasas saturadas.
Las grasas trans y las saturadas aumentan los niveles de triglicéridos, por lo que hay que intentar sustituirlas siempre que sea posible.
Las grasas insaturadas, especialmente las poliinsaturadas (PUFA), pueden ayudar a reducir los niveles de triglicéridos. Los aguacates y el aceite de oliva contienen grasas monoinsaturadas, que también son una opción saludable.
Las grasas omega–3 están presentes en el aceite de hígado de bacalao, las semillas de lino y el pescado de agua fría, como el salmón y las sardinas. La gente puede añadir PUFAs (acidos grasos poliinsaturados) a su dieta consumiendo estos alimentos.
Consejos
En lugar de un filete o una hamburguesa, que tienen un alto contenido en grasas saturadas, se puede optar por un filete de salmón o un sándwich de atún.
Los productos animales, como las carnes magras, las aves sin piel, los lácteos sin grasa o con poca grasa y el marisco, también son buenas opciones.
Las grasas deben representar entre el 25 y el 35 % de la dieta, según la AHA.
3. Carbohidratos: Coma el tipo Correcto.
Hay que limitar la ingesta total de carbohidratos a menos del 60 % de las calorías diarias recomendadas. Si una persona come más hidratos de carbono de los que necesita, el cuerpo los almacenará en forma de grasa.
Un aumento de los niveles de triglicéridos parece acompañar a las dietas con una ingesta de carbohidratos superior al 60 %.
Hay muchas formas de evitar los hidratos de carbono, como envolver las hamburguesas magras en lechuga en lugar de un pan con alto contenido en carbohidratos.
Algunos alimentos con carbohidratos, incluidos ciertos cereales, pueden ser beneficiosos en la dieta. Sin embargo, los carbohidratos refinados, como el pan blanco, ofrecen poca nutrición y añaden calorías a la dieta.
Consejos
Para obtener más hidratos de carbono saludables, elige cereales integrales, avena y verduras, como las zanahorias.
Para el postre, opta por arándanos, moras o frambuesas frescas o congeladas en lugar de productos de pastelería azucarados. Estas frutas pueden reducir los antojos de azúcar al mismo tiempo que aportan carbohidratos saludables.
Los carbohidratos no refinados no sólo son una fuente de fibra dietética, sino que proporcionan una saciedad más rápida y prolongada que los carbohidratos refinados, ya que liberan su energía más lentamente.
4. Azúcar: Reduzca su Consumo.
Los azúcares son una forma de carbohidrato, y tienen un alto contenido calórico. Los alimentos que contienen muchos azúcares simples, especialmente la fructosa refinada, pueden elevar los niveles de triglicéridos.
El azúcar añadido se presenta en muchas formas, entre ellas:
- Azúcar blanco
- Azúcar moreno
- Miel
- Zumo de caña o jarabe de caña
- Edulcorante o jarabe de maíz
- Zumo de frutas concentrado
- Glucosa
- Fructosa
- Dextrosa
- Maltosa
- Lactosa
- Sacarosa
- Jarabes, como los de arce, agave y melaza.
Las personas deben evitar los azúcares añadidos para ayudar a reducir sus niveles de triglicéridos.
Consejos
En lugar de azúcar, espolvoree especias, como canela o jengibre, sobre los cereales o la avena, para añadir sabor.
Postres a base de fruta en lugar de helados o pudines pegajosos.
Cuando compre productos listos para el consumo, recuerde que muchos de ellos -incluidos algunos productos salados, como el ketchup de tomate- contienen azúcar añadido.
Por lo tanto, compruebe la etiqueta antes de comprar un producto e intente encontrar uno con bajo contenido en azúcar.
Cada 4 gramos (g) de azúcar equivalen a 1 cucharadita (tsp). La AHA recomienda una ingesta máxima diaria de azúcar de 25 g (unas 6 cucharaditas) para las mujeres y 36 g (9 cucharaditas) para los hombres.
5. Bebidas: Elija con cuidado.
Beba agua en lugar de bebidas azucaradas. Incluso los zumos de paquete o embotellados pueden tener un alto contenido en azúcar.
Las bebidas suelen contribuir de forma significativa a la ingesta total de carbohidratos y azúcares.
Las bebidas de frutas, los refrescos y otras bebidas azucaradas son algunas de las principales fuentes de azúcares añadidos en la dieta.
El alcohol también tiene un efecto directo sobre los niveles de triglicéridos en algunas personas. Las personas que desean reducir sus niveles de triglicéridos pueden encontrar beneficioso evitar el alcohol.
Tomar medidas para evitar las bebidas que contienen azúcares añadidos puede reducir significativamente la ingesta total de calorías.
Consejos.
En lugar de las bebidas que contienen altos niveles de azúcares añadidos, las personas pueden optar por bebidas bajas en calorías, como el agua o el té.
En un día caluroso, en lugar de tomar un refresco, pruebe a añadir un chorrito de zumo 100% de fruta a un vaso de agua con gas.
6. Ejercicio.
La actividad física también desempeña un papel fundamental en la reducción de los niveles de triglicéridos. La quema de calorías garantiza que el cuerpo consuma más triglicéridos.
Cualquier ejercicio es beneficioso, pero el alcance de sus efectos dependerá de los niveles iniciales de triglicéridos de la persona, la cantidad de ejercicio y el nivel de intensidad del ejercicio.
Consejos
Caminar durante 30 minutos al día es una buena manera de empezar, al igual que realizar actividades poco estresantes, como el ciclismo o la natación.
La AHA recomienda que los adultos realicen al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada, 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa o una combinación de ambas cada semana.
7. Medicamentos que pueden aumentar los triglicéridos.
Algunos fármacos contribuyen a aumentar los niveles de triglicéridos. Según un estudio de 2017 Trusted Source, entre ellos se encuentran:
- Estrógenos orales
- Corticosteroides
- Derivados del ácido retinoico
- Agentes bloqueadores beta-adrenérgicos
- Diuréticos tiazídicos
- Inhibidores de la proteasa
- Secuestradores de ácidos biliares
- Medicamentos antipsicóticos
ciclosporina y tacrolimus
L-asparaginasa
interferón alfa-2b
ciclofosfamida - Una persona no debe dejar de tomar un medicamento sin hablar primero con un profesional de la salud, ya que esto puede ser peligroso. Cualquier persona que tenga dudas sobre los efectos secundarios de un fármaco que esté utilizando también debe obtener asesoramiento médico profesional.
8. Hágase un chequeo médico.
Un chequeo periódico puede ayudarle a controlar sus niveles de triglicéridos.
Las causas más comunes de los niveles altos de triglicéridos están relacionadas con la dieta y el metabolismo. Además del exceso de peso y de una dieta rica en grasas y carbohidratos, hay varias condiciones de salud que pueden aumentar el riesgo.
Según un estudio publicado en la revista Nutrients, otros factores de riesgo de niveles altos de triglicéridos son la diabetes de tipo 2 y las enfermedades renales, como la uremia.
Los factores genéticos también pueden hacer que una persona sea más propensa a desarrollar niveles altos de triglicéridos en determinadas circunstancias.
Si las pruebas muestran que los niveles de triglicéridos de una persona son elevados o que tiene antecedentes familiares de niveles elevados de triglicéridos, el médico puede sugerir que se realicen más investigaciones o controles.
Esta medida puede ayudarles a descubrir si existe un problema de salud subyacente o permitirles aconsejar a una persona cómo mantener sus niveles de triglicéridos bajos.
Los niveles de triglicéridos también pueden aumentar durante el embarazo.
9. Medicamentos para reducir los triglicéridos.
Si otras medidas no funcionan, el médico puede recetar medicamentos, como las estatinas, para reducir los niveles de triglicéridos.
Algunos médicos recetan fibratos, que son fármacos para reducir los lípidos, a las personas que no toleran las estatinas.
Los resultados de algunos estudios Trusted Source han sugerido que añadir niacina, fibratos o aceite de pescado al tratamiento con estatinas puede hacerlo más eficaz.
Sin embargo, es necesario investigar más para confirmar este beneficio y establecer si estos tratamientos son seguros y la mejor manera de utilizarlos.
Importancia de los niveles de triglicéridos.
Se ha demostrado que si los niveles de triglicéridos de una persona son demasiado elevados, ésta tiene un mayor riesgo de padecer ciertas enfermedades y trastornos.
Según un estudio Fuente fidedigna en The Lancet Diabetes & Endocrinology, los niveles altos de triglicéridos desempeñan un papel en las enfermedades cardiovasculares, como la enfermedad arterial coronaria y la aterosclerosis.
Los niveles elevados de triglicéridos pueden tener este efecto porque pueden provocar una acumulación de placa en las arterias. La placa es una combinación de colesterol, grasas de triglicéridos, calcio, residuos celulares y fibrina, que es el material que el cuerpo utiliza para la coagulación.
La acumulación de la placa aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, ya que bloquea el flujo normal de la sangre en las arterias. La placa también puede desprenderse y formar un coágulo, lo que podría causar un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco.
Los niveles de triglicéridos y colesterol son dos de los factores más importantes que hay que controlar para tener un corazón sano.
También existe el riesgo de dañar el páncreas Fuente de confianza si los niveles de triglicéridos son demasiado altos.
Niveles de triglicéridos saludables.
Según la AHA
Los niveles de riesgo oscilan entre 150 y 199 miligramos por decilitro (mg/dl).
Los niveles altos de triglicéridos oscilan entre 200 y 499 mg/dl.
Los niveles muy altos comienzan a partir de 500 mg/dl.
La AHA sigue considerando que los niveles de triglicéridos de hasta 150 mg/dl están dentro del rango normal, pero recomienda mantener los niveles por debajo de 100 mg/dl para una salud óptima.
Resumen
Es posible reducir los niveles de triglicéridos vigilando lo que se come y adoptando una dieta rica en nutrientes.
Comer muchas frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas puede aumentar la ingesta de nutrientes y reducir las calorías.
Una dieta buena para el corazón y la sangre también será baja en sodio, cereales refinados, azúcares añadidos y grasas sólidas.
Las personas deben trabajar directamente con un médico o dietista para realizar cambios graduales en su dieta y asegurarse de que los medicamentos que están tomando no les causen complicaciones.